Abel está triste. No le gusta la vida que lleva. Esperaba vivir con más
lujos. Sale de la ducha. Totalmente desnudo mientras se va secando va hacia la
habitación. Agarra un slip. Se lo va poniendo. Se abre la puerta. No hace caso
porque supone que es Manuela. Es Carlota. Lo ve de espaldas. Se muere de deseo.
Abel siente un jadeo. Un gemido. Finalmente Carlota dice:
--el hijo de los Dioses..
Abel se sube el slip a toda prisa. Se gira. Abel es un hombre muy guapo y paquetudo. Carlota se desata. Lo mira con los ojos como platos. Al joven le molesta mucho que lo traten como un trozo de carne si no le pagan.
--¿¿qué haces aquí?¡
--Usted tiene que ser pecado... porque es una delicia...
Carlota lo mira con ojos libidinosos.
--que hace un cuerazo como usted casado con una vieja...?
Abel se viste a toda prisa. Le molesta la mirada de Carlota pero prefiere fingir que no se da cuenta que se lo quiere llevar a la cama.
--si te oye Manuela te va a correr...
Carlota se pega a él. Abel se va apartando de ella. No le gusta que lo vean exclusivamente como un pedazo de carne si él no va a obtener beneficios. Carlota daría todo por poder tocar a ese hombre.
--yo por usted lo que sea... lástima que no tenga yo el dinero para comprarlo...
Abel se sube la cremallera del pantalón. Se los abrocha. Carlota hasta jadea del gusto que le da verlo.
--¿Crees que soy una propiedad?
Abel se siente ofendido. Carlota se le ríe:
--¡¡no me diga que se queda con la señora por amor...¡¡
Carlota ríe excitada:
--¡¡aunque me lleve la vida voy a ahorrar lo justo para pagar un polvo de usted...¡¡
Abel señala la puerta.
--¡¡largo... conmigo te confundiste¡
Carlota está furiosa porque sabe que nunca tendrá a ese hombre y eso le da rabia. Le habla con desprecio.
--¡¡no, no me confundí... Usted es un prostituto... usted le vende su cuerpo a mujeres con dinero...¡¡
Abel le exige que se largue y Carlota se va corriendo. Abel golpea la pared con el puño. Sí, está en venta pero por más dinero del que está recibiendo.
--el hijo de los Dioses..
Abel se sube el slip a toda prisa. Se gira. Abel es un hombre muy guapo y paquetudo. Carlota se desata. Lo mira con los ojos como platos. Al joven le molesta mucho que lo traten como un trozo de carne si no le pagan.
--¿¿qué haces aquí?¡
--Usted tiene que ser pecado... porque es una delicia...
Carlota lo mira con ojos libidinosos.
--que hace un cuerazo como usted casado con una vieja...?
Abel se viste a toda prisa. Le molesta la mirada de Carlota pero prefiere fingir que no se da cuenta que se lo quiere llevar a la cama.
--si te oye Manuela te va a correr...
Carlota se pega a él. Abel se va apartando de ella. No le gusta que lo vean exclusivamente como un pedazo de carne si él no va a obtener beneficios. Carlota daría todo por poder tocar a ese hombre.
--yo por usted lo que sea... lástima que no tenga yo el dinero para comprarlo...
Abel se sube la cremallera del pantalón. Se los abrocha. Carlota hasta jadea del gusto que le da verlo.
--¿Crees que soy una propiedad?
Abel se siente ofendido. Carlota se le ríe:
--¡¡no me diga que se queda con la señora por amor...¡¡
Carlota ríe excitada:
--¡¡aunque me lleve la vida voy a ahorrar lo justo para pagar un polvo de usted...¡¡
Abel señala la puerta.
--¡¡largo... conmigo te confundiste¡
Carlota está furiosa porque sabe que nunca tendrá a ese hombre y eso le da rabia. Le habla con desprecio.
--¡¡no, no me confundí... Usted es un prostituto... usted le vende su cuerpo a mujeres con dinero...¡¡
Abel le exige que se largue y Carlota se va corriendo. Abel golpea la pared con el puño. Sí, está en venta pero por más dinero del que está recibiendo.
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30 de mayo
Hoy he tenido un día muy bonito. Sólo me ha
faltado ver a Joaquín. No lo quiero acosar y por la mañana no he pasado y por
la noche no estaba ¡qué rabia, yo que moría por verlo¡
Gracias al Facebook, el invento del siglo,
estoy viviendo los momentos más bonitos de mi vida. El amigo ha subido una foto
con Joaquín (Javier sigue subiendo fotos suyas muy sexy) pero me ha encantado
poder tener dos fotos de buena calidad con ¡mi Joaquín¡ Esta sí que no me la
esperaba. Me hace ilusión tener una foto original, grande de Joaquín. Estoy
feliz por tener ese pedazo de fotos de ese pedazo de machazo. Están los dos en
la mesa del comedor. En la primera Joaquín se ve aburrido, con la cabeza
agachada y en la segunda sí mira a cámara. Serio pero muy guapo. Ha sido todo
un impacto. Espero que continúen la fotos con Joaquín.
1 de la madrugada
Tengo impresas y en grande las dos fotos de
Joaquín con el amigo. Me he pasado dos horas mirándolas. Es que aún no puedo
creer que tenga semejante tesoro. Si logro más ¡qué alegría¡ Si no ya tengo
para estar feliz toda la vida. Y es que el impacto que he recibido con esta
foto no se puede comparar a nada que haya vivido antes. Lo miro y me siento
enamorado. Joaquín es mi amor. Es que me encanta. Me vuelve loco este tío.
Pienso en ese chico que persigo desde hace tanto y que ahora tengo fotos suyas
y alguna de buena calidad… ¡es un sueño¡
1 de junio
Me muero muerta, que súper macizo que está
Joaquín. Esto sí que es un subidón y gratis. ¡Me habría encantado poder
inmortalizar este momento. Lo veo llegar muy puntual (tengo ya controlado todos
sus horarios) a las 18,28. Lo veo subiendo por la calle del bar. Guapísimo,
serio. Paso ligero. Gafas de sol. Me gusta ver como camina. Les arruguitas que
se le hacen en el culo que se van moviendo y a mi me pone cachondillo. Es un
momento impagable. Otros días lo he visto que va más rápido pero hoy iba
tranquilo. Las gafas del sol, por cierto, siempre las lleva en la cabeza. Lleva
ropa de calle, tanto la camiseta como los pantalones se los cambia. Wow, ¡va a
desnudarse¡ ¡¡como me gustaría verlo¡
****************
Javier se está integrando bien en el bar. Hasta tiene también sus fans. Es Nicolás un joven muy feo. Nicolás está paseando por el centro y ve al guapísimo chico nuevo del bar Justo
Javier se está integrando bien en el bar. Hasta tiene también sus fans. Es Nicolás un joven muy feo. Nicolás está paseando por el centro y ve al guapísimo chico nuevo del bar Justo
--¡cómo me gusta este hombre¡ --dice para sí.
Javier es un macho
impresionante. Ningún hombre le había hecho sentir así a Nicolás. Le encanta
pero sabe que él lo rechazaría por ser feo, le gustaría entrar en la heladería
como cliente pero es algo que le da miedo porque no sabe como él lo iba a
recibir. Javier está atendiendo las
mesas del exterior y a Nicolás lo deslumbra. Lleva unos jeans, puede admirar su
pequeño pero precioso culo. Nicolás nunca se había fijado en esas cosas pero es
que Javier es diferente, Javier es especial. No sólo es el más guapo, también
es el más seductor.
--¡que culito¡
Nicolás está totalmente seducido. Un chico así es el que
le gustaría para su primera vez pero sabe que es un sueño imposible.
--¡que se gire, que se gire¡
Le encanta mirarle el culo pero también le quiere ver la
cara. Lo hace y la mira de reojo pero
con una mala cara… Nicolás se queda aterrado. Lo ve sólo en la barra al rato
pero no se atreve a ir. Eso sí, no renunciará a pasar por delante. Javier le
gusta mucho, nunca había visto a un chico tan guapo. A partir de ese momento
pasa todos los días por ahí. Lo ve ateniendo las mesas y el corazón del
inocente feo da un brinco. Nadie había despertado esos sentimientos que Javier
ha despertado en Nicolás. Son sentimientos de lujuria pero también de amor.
Javier le gusta en serio, le gusta como nunca nadie le ha gustado. Lleva una camiseta morada y unos pantalones
azul marino. Nicolás lo contempla embelesado.
--¡que guapo es¡ ¡¡es el chico más guapo del mundo¡
--dice para sí.
El feo va dando vueltas arriba y abajo para ver a Javier
trabajar. Se derrite.
--¡Me encanta¡ ¡¡me encanta¡
Tiene ganas de ir pero le da miedo como lo miró y
prefiere resignarse a verlo en la distancia.
Nicolás y Emilio pasan el uno por el lado del otro. No imaginan que
suspiran por los camareros del mismo lugar.
Emilio tiene ganas de entrar porque Javier también está muy bueno pero
sabe que es el amigo de Joaquín en facebook y no quiere que piense que le
gustan todos, para Emilio es importante que Joaquín sepa que es especial.
Tanto Nicolás como Emilio se resignan a contemplar al
guapo Javier en la distancia.
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